10 de octubre de 2025 Poza Rica, Veracruz / Estado de Puebla, México
La fuerza desatada de las lluvias torrenciales anegó ciudades, carreteras y comercios, mostrando, una vez más, la vulnerabilidad de la región ante los fenómenos meteorológicos extremos.
POZA RICA, Veracruz. – Las severas inundaciones que afectan desde hace tres días al estado de Veracruz y a zonas colindantes de Puebla han dejado escenas de devastación, con pérdidas materiales cuantiosas que ejemplifican la crudeza del fenómeno. Uno de los panoramas más impactantes se registró en la ciudad de Poza Rica, donde el concesionario oficial de la marca Toyota quedó completamente anegado, con cientos de vehículos nuevos y seminuevos sumergidos bajo las aguas turbias.
Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, muestran filas de automóviles, camionetas y pick-ups, algunos casi completamente cubiertos, formando un silencioso cementerio automotriz. La fuerza de la naturaleza se manifestó implacable, convirtiendo un símbolo de movilidad y progreso en un testimonio mudo de la destrucción.
Pérdidas Millonarias y una Recuperación que se Antoja Larga
Aunque aún no se tiene un cálculo oficial de las pérdidas, especialistas en seguros estiman que los daños solo en esta agencia podrían ascender a varios millones de dólares, considerando el valor de los vehículos, la infraestructura de la agencia y los equipos electrónicos e inventario dañados.
Fuentes extraoficiales de la empresa indicaron que se siguen los protocolos de seguridad y que se está a la espera de que las aguas bajen para iniciar la evaluación técnica detallada de cada unidad y de las instalaciones. Se prevé que la mayoría de los vehículos serán una pérdida total, ya que la inundación por agua estancada causa daños irreparables en sistemas electrónicos, motores y interiores.

Contexto de la Emergencia
Estas inundaciones son resultado de un sistema de baja presión estacionario que interactuó con la humedad del Golfo de México, generando lluvias de intensidad excepcional y persistentes durante más de 72 horas. Los ríos Cazones y Tecolutla, entre otros, se desbordaron, superando sus niveles históricos y afectando no solo a Poza Rica, sino a decenas de municipios en el norte de Veracruz y la Sierra Norte de Puebla.
Autoridades estatales y de Protección Civil continúan con las labores de rescate de familias que quedaron atrapadas en sus viviendas. Se han habilitado albergues temporales en zonas altas para los damnificados, mientras que la Coordinación Nacional de Protección Civil evalúa la posibilidad de emitir una Declaratoria de Emergencia para agilizar la liberación de recursos federales.
La lección, reiterada cada temporada de lluvias, es clara: la fuerza de la naturaleza es implacable y subraya la urgente necesidad de invertir en infraestructura hidráulica resiliente y en planes de ordenamiento territorial que prevengan el asentamiento en zonas de alto riesgo. Mientras tanto, comunidades como Poza Rica inician, una vez más, el lento y costoso proceso de recuperación.