Talentos tras las rejas se transforman en impresionante cartonería y música en un evento que busca la reinserción social y la sanación emocional.
Por: Honorio Ramirez E.
A 29 de octubre de 2025.
NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO. –
Entre muros grises y rejas, la tradición mexicana del Día de Muertos florece con un color y una creatividad inesperados. El Centro Penitenciario de Reinserción Social de Neza Bordo se ha vestido de gala para albergar un festival cultural único, organizado del 27 al 31 de octubre, donde los internos son los protagonistas absolutos a través de su arte y su música.

El corazón de este evento late en la cartonería, una técnica artesanal típica de México. Lejos de ser simples manualidades, las piezas exhibidas son trabajos de una calidad e impresionante detalle. Calaveras de tamaño natural, catrinas elegantemente ataviadas y alebrijes de vibrantes colores llenan el espacio, demostrando un talento que trasciende los límites físicos y sociales.
En este festival se involucran todos los talentos de las personas internas
manifestó Omar Millán de la Cruz, trabajador de este centro penitenciario.
Se aprovechan todos estos talentos para poder alegrar y desestresar a ellos mismos con estas actividades artísticas. Los trabajos manuales los pueden ayudar a superar esas capacidades y habilidades

Más que una simple exposición, el festival es una herramienta integral de reinserción. Las actividades artísticas y manuales se conciben como un canal para la expresión emocional, la gestión del estrés y el descubrimiento de capacidades productivas que pueden ser vitales para su futuro una vez cumplida la condena.
La Música que Rompe el Silencio
El festival no solo se ve, sino que también se escucha. El evento fue amenizado con un concierto musical a cargo de grupos formados por los mismos internos. La música, en sus distintos ritmos, se convierte en otro lenguaje de catarsis y unidad, permitiendo a los participantes y al público interno conectar con sus emociones y fomentar un sentido de comunidad dentro del penal.

Este proyecto refleja un modelo de reinserción social que va más allá del encierro, priorizando la rehabilitación a través del desarrollo humano. Al fomentar el arte y la cultura, el penal Neza Bordo busca no solo “mantener ocupados” a los internos, sino ayudarlos a reconstruir su identidad, autoestima y propósito.
La exposición y los eventos estarán abiertos para la comunidad interna del 27 al 31 de octubre, siendo un recordatorio poderoso de que, incluso en los lugares más inesperados, la creatividad y la esperanza pueden florecer, honrando la vida y la muerte a través del poder transformador del arte.
