Por: el corresponsal viajero.
Morelia Exige Justicia: Estudiantes Llegan a Palacio Tras Asesinato de Edil de Uruapan
- La marcha, convocada tras el magnicidio de Carlos Manzo, culminó frente a la sede del Ejecutivo Estatal con consignas que exigían la renuncia del Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
• Los manifestantes portaban pancartas donde acusaban al gobierno estatal de incapacidad para garantizar la seguridad y pedían formalmente un proceso de revocación de mandato.
Morelia, Michoacán. 3 de noviembre de 2025
– Una marea de indignación juvenil recorrió este lunes las principales avenidas de la capital michoacana para culminar, con gritos ensordecedores, frente a los muros de Palacio de Gobierno. Miles de estudiantes, en una marcha cargada de dolor y furia, protagonizaron una protesta masiva que tuvo como detonante el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, y como objetivo central la exigencia de la salida del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
El aire de la ciudad se llenó de consignas como “¡Fuera Bedolla!”, “¡Justicia para Manzo!” y “¡Alto a la impunidad!”, coreadas por una multitud que, de manera mayoritariamente organizada, avanzó desde el monumento a Las Tarascas hacia el corazón del poder político estatal. La movilización, una de las más significativas de los últimos años en materia de seguridad, reflejó el hastío de un sector de la sociedad, particularmente los jóvenes, ante la escalada de violencia que cobró la vida de un alcalde en funciones.
Las pancartas, elaboradas de manera artesanal, no solo mostraban mensajes de duelo por el edil asesinado, sino que plasmaron una exigencia política directa: “Revocación de Mandato Ya”. Esta demanda se ha convertido en el eje central de un movimiento ciudadano que acusa a la administración de Bedolla de no cumplir con su obligación primordial: proteger la vida de los michoacanos.
Vinimos porque estamos hartos. Si matan a un presidente municipal, ¿quién está a salvo? El gobierno estatal ha fallado, y Bedolla tiene que asumir la responsabilidad. No queremos más palabras, queremos acción y, si no puede, que se vaya
declaró Ana Fernández
estudiante de la Universidad Michoana de 22 años, mientras sostenía una cartulina con la foto de Carlos Manzo.
El asesinato de Manzo, ocurrido la semana pasada en un brazo ejecutor atribuido al crimen organizado, no solo enlutó a Uruapan sino que encendió una alarma generalizada sobre la capacidad real del Estado para contener la violencia. Este hecho es visto por analistas y ciudadanos como la gota que derramó el vaso en una entidad que lucha por contener a los grupos delictivos.
Al llegar a la plaza Melchor Ocampo, frente a Palacio de Gobierno, los manifestantes fueron contenidos por un amplio operativo de seguridad. Una comisión de representantes estudiantiles intentó entregar un pliego petitorio que, además de exigir una investigación exhaustiva y transparente del homicidio de Manzo, formaliza la petición de iniciar el proceso para la revocación de mandato del gobernador, tal como lo establecen los mecanismos de participación ciudadana.
Hasta el cierre de esta edición, no hubo un pronunciamiento oficial del Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla dirigido específicamente a los manifestantes. Fuentes cercanas al gobierno estatal indicaron que el mandatario “mantiene su compromiso con la seguridad” y que las investigaciones por el crimen de Manzo “avanzan con total determinación”.
Sin embargo, para los miles de voces que hoy retumbaron en el centro de Morelia, las promesas ya no son suficientes. La marcha de este 3 de noviembre marca un punto de inflexión, demostrando que el clamor por la seguridad y la justicia ha encontrado en la fuerza estudiantil un altavoz potente y decidido, cuyo mensaje es claro: o hay resultados, o habrá consecuencias políticas. La demanda de una revocación de mandato ha dejado de ser una consigna para convertirse en una posibilidad tangible en el aire michoacano.