Al menos 31 personas murieron y decenas resultaron heridas tras un ataque con misiles lanzado por el ejército indio este miércoles contra varios objetivos en Pakistán y en la región de Cachemira bajo control paquistaní, según fuentes militares de Pakistán citadas por medios internacionales. Entre las víctimas hay mujeres y niños, y se reportó además daño a infraestructura civil, incluyendo una presa en Cachemira administrada por Pakistán.
India justificó la ofensiva como una respuesta mesurada y precisa al atentado terrorista ocurrido el mes pasado en Pahalgam, en la Cachemira administrada por India, donde murieron 26 turistas, en su mayoría hindúes, en un ataque atribuido a militantes islamistas con base en Pakistán. El Ministerio de Defensa indio informó que la operación, denominada “Sindoor”, tuvo como objetivo al menos nueve sitios vinculados a grupos militantes, ubicados tanto en Cachemira paquistaní como en la provincia de Punjab, territorio pakistaní donde India no atacaba desde hace más de 50 años.
Pakistán, por su parte, denunció los ataques como un “acto de guerra” y aseguró haber derribado cinco aviones de combate indios durante la escalada bélica, lo que representa el enfrentamiento más grave entre ambos países en más de dos décadas. El portavoz militar paquistaní, teniente general Ahmed Sharif, advirtió que Islamabad responderá “en el momento, lugar y forma que considere adecuados” y calificó la acción india como una “provocación atroz” que no quedará sin represalias.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, condenó enérgicamente el ataque, calificando a India de “enemigo traicionero” y prometiendo que esta agresión “no quedará sin castigo”. Además, convocó una sesión de emergencia del Comité de Seguridad Nacional para evaluar la situación y coordinar la respuesta pakistaní.
La violencia ha provocado pánico y destrucción en la región, con cierre de escuelas y hospitales en estado de emergencia en Cachemira y Punjab. Las autoridades indias reportaron también al menos 15 civiles muertos por bombardeos pakistaníes en la frontera, mientras que Pakistán informó de víctimas civiles en su territorio debido a los ataques indios.
La comunidad internacional, incluyendo a Naciones Unidas, ha expresado profunda preocupación por la escalada militar entre estas dos potencias nucleares y ha pedido máxima contención para evitar un conflicto mayor que podría desestabilizar la región y tener consecuencias globales.