En la vida moderna, la dependencia en la conexión WiFi es innegable. Con la proliferación de dispositivos conectados, asegurar una señal de calidad óptima se vuelve crucial. Sin embargo, ¿qué sucede cuando enfrentamos dificultades para alcanzar la velocidad deseada? Este consejo proporcionará una solución efectiva para cualquier contratiempo que puedas encontrar.
La velocidad lenta de nuestra red WiFi puede ser un obstáculo significativo para el trabajo, el entretenimiento en línea y otras actividades diarias. A menudo, no es preciso recurrir al soporte técnico o actualizar nuestra suscripción para resolver este inconveniente: a veces, una solución simple puede ser reutilizar un router antiguo que ya no estemos utilizando. Descubre cómo hacerlo aquí.
Un router viejo: la solución a tus problemas de conexión
Cuando cambiamos de proveedor de servicios o recibimos una actualización de router de nuestra operadora actual, a menudo no se nos solicita devolver el equipo antiguo. Como resultado, muchos de nosotros acabamos acumulando varios routers sin saber qué hacer con ellos después de instalar el modelo más reciente. No obstante, aunque probablemente no lo hayas considerado, este dispositivo antiguo podría ser la clave para potenciar la velocidad de tu conexión a Internet.
En primer lugar, te explicaremos cómo configurar tu router para convertirlo en un punto de acceso, lo que te permitirá extender la cobertura de tu red a otras áreas de tu hogar sin tener que invertir dinero adicional. Para lograrlo, simplemente necesitarás conectar el router nuevo y el antiguo utilizando un cable Ethernet. Una vez hecho esto, el router antiguo se transformará en un punto de acceso, permitiéndote conectar una variedad de dispositivos tanto de forma inalámbrica como por cable.
Esta solución es una de las más efectivas para mejorar la calidad de tu conexión, ya que cualquier router, sin importar su antigüedad, puede ser compatible con esta configuración. Para llevar a cabo este proceso, sigue estos pasos:
- Asegúrate de asignar el mismo nombre de red WiFi y contraseña que el router principal.
- Desactiva el servidor DHCP del router secundario desde la sección LAN de la configuración del dispositivo.
- Para evitar conflictos de direcciones IP, asigna la dirección IP del router secundario como 192.168.1.2 si el router principal utiliza la dirección 192.168.1.1.
- Por último, es recomendable utilizar canales diferentes al del router principal para evitar posibles interferencias que puedan afectar la calidad de la conexión.
Tips adicionales para hacer segura tu conexión wi-fi
- Ubicación estratégica del router secundario: Coloca el router secundario en un lugar central de tu hogar para maximizar la cobertura y minimizar posibles interferencias.
- Antenas direccionales o repetidores WiFi: Si la cobertura aún es insuficiente, considera instalar antenas direccionales o repetidores WiFi para extender aún más el alcance de la red.
- Actualización del firmware: Asegúrate de que tanto el router principal como el secundario estén utilizando la última versión del firmware para aprovechar al máximo su rendimiento y seguridad.
- Configuración avanzada: Explora opciones de configuración avanzada en los routers, como la priorización de dispositivos o la asignación de ancho de banda, para optimizar la velocidad y la estabilidad de la red.
- Seguridad de la red: No olvides configurar medidas de seguridad adecuadas en ambos routers, como contraseñas fuertes y filtrado de direcciones MAC, para proteger tu red contra accesos no autorizados.
- Pruebas de velocidad y ajustes finos: Realiza pruebas de velocidad en diferentes áreas de tu hogar para identificar posibles áreas de debilidad y ajusta la configuración del router secundario en consecuencia para mejorar la experiencia de conexión.
Utilízalo como repetidor WiFi
Otra opción consiste en conectar el router antiguo al dispositivo principal a través de WiFi. Es importante tener en cuenta que no todos los routers admiten el modo repetidor de WiFi, por lo que es posible que no siempre podamos utilizar esta opción. Es fundamental que el router secundario sea compatible con OpenWRT o DD-WRT.
Los pasos a seguir son similares a los mencionados anteriormente. El router antiguo debe repetir la señal con el mismo nombre de red WiFi y contraseña, por lo que no debemos modificar ninguno de estos parámetros. Sin embargo, es crucial desactivar el servidor DHCP de la LAN e ingresar una dirección IP dentro del rango del router principal. Por ejemplo, si el router principal utiliza la dirección 192.168.1.1, debemos configurar el secundario para que utilice la 192.168.1.2.
Ambas soluciones son efectivas para mejorar el alcance y la velocidad de nuestra conexión. Aunque el proceso es sencillo y no requiere de especificaciones técnicas avanzadas, es importante asegurarnos de que nuestro router secundario sea compatible con ambos métodos. Si el router secundario tiene puertos Fast Ethernet en lugar de Gigabit Ethernet, es posible que nuestra conexión se limite a 100 Mbps, lo que no produciría grandes diferencias. Lo mismo ocurre si el dispositivo no es de doble banda, ya que podría saturarse al conectar varios dispositivos.
Sin embargo, si cumple con estos requisitos, experimentaremos una mejora significativa en la velocidad de la conexión sin necesidad de gastar dinero en actualizar nuestra infraestructura doméstica. Es importante recordar que hay otros factores que afectan la velocidad y la cobertura de la conexión WiFi, pero utilizando un router antiguo que tengamos en casa podremos resolver la mayoría de ellos.